viernes, marzo 25, 2005

no es que esté loco ¡por dios! si habíamos quedado, habíamos quedado

No debería llamar,
¿pero si los capítulos de mi libro
se multiplican?
Y si la angustia lleva tantos meses esperando
esta salida,
y la cálida efervescencia se amontona...
No debería llamarte si
me despierto temprano por mañana
y decido huir
-de la consulta que tengo programada con el médico-,
sería tedioso perseguirte:
cuadra por cuadra
sería tedioso llamarte y decirte que todo ha acabado
-¿pero cuándo empezó?-
soy un idiota.
Es hora de que la realidad que es real se materialice
en mi cerebro.
Es hora de apagar el cigarrillo
y beber sangre.
Es viernes santo.